Sunday, August 13, 2006

LA CENA por Alberto Soria

Publicado en http://www.mipunto.com/
La Cena, una obra de Giuseppe Manfridi ha llegado al teatro en Venezuela de manos de Marc Caellas, y beben vino a sorbitos en ella los actores, y con placer también los espectadores.
Caellas ya había montado La Cena en Miami bajo el aura de Antoni Miralda (el antropólogo de la comida, que el arte prestó a la cultura) con similar éxito de público, crítica y vinos. Ahora lo hace en el Trasnocho, del centro comercial Paseo Las Mercedes.
Se trata de una trasgresora obra de teatro de la persona. Como explican los críticos italianos, este teatro es aquél donde los actores en lugar de hablarle a los espectadores, lejanos y en auditorio, los tienen al lado y se dirigen a él como individuo.
Cuando el autor Giuseppe Manfridi escribió La Cena la imaginó como un espectáculo durante el cual no se oyera volar ni una mosca, sino, a intervalos, alguna previsible carcajada. Eso, estrictamente es lo que ocurre.
Los escasos veintidós espectadores que pueden participar en cada cena, beben vino con los actores, comedidamente, en pequeños sorbos, mientras tratan de imaginar el final que siempre los sorprende.La acción se desarrolla a medida que los platos se alternan en la cena, en la cual hace de anfitrión un padre astuto, irónico, que recibe con vajilla de honor y estruendo a su muy sexual hija acompañada por su nuevo novio, mientras un sorprendente sirviente los atiende, y sirve vino a su patrón y a los espectadores, cosa que por primera vez ocurre en el teatro en Venezuela. En la obra de un poco más de una hora de duración, el espectador tiene la oportunidad de disfrutar las interpretaciones del veterano primer actor Alejo Felipe (el padre), la personalidad y el atractivo de la actriz María Fernanda Ferro (la hija), la revelación de Antonio Delli (el novio), y la ingeniosa y sabia gestualidad de Fangio, el sirviente (Ignacio Márquez). La escenografía ha sido montada, con su tradicional irreverencia, por Nelson Garrido.
Alberto Soria

1 comment:

Martín said...

Y quién tomó esa foto tan buena? jeje